Llegamos a Tacuarembó, el departamento más grande del Uruguay.
Al llegar por la Ruta 26, lo primero que encontramos es
este molino de viento en la entrada misma de la ciudad.
Nos instalamos en el camping de la FIESTA de la PATRIA GAUCHA.
El encuentro, rescata las tradiciones gauchescas y del ambiente rural.
Las agrupaciones tradicionalistas o aparcerías, instalan representaciones
de ambientes rurales, en este caso, una vieja escuela rural presentada
por un grupo de la localidad de Tambores.
Sin embargo, a toda tradición le llega su smartphone!
Una pulpería del Siglo XXI.....
Llega el momento más esperado por todos los participantes, el desfile.
Recorren a caballo desde el predio de la fiesta hasta el centro de la ciudad,
y regresan a la Laguna de las Lavanderas, lugar del evento.
Ni bien sale el sol, las aparcerías comienzan el intenso
trabajo de preparación de caballos y jinetes.
Todo debe estar prolijo.
Los jinetes, se esmeran en estilizar a sus caballos.
Ningún detalle escapa al ritual.
Luego de casi tres horas de trabajo, la aparcería representante de
Canelones, está lista para incorporarse al desfile.
Todo parece que recién comienza, pero con las primeras
luces del día se vieron los primeros preparativos.
Grandes, jóvenes, niños y bebés participan del objetivo,
rescatar la tradición gauchesca.
No faltó la música vivaz, contagiosa y danzante,
5000 jinetes y sus caballos participaron del desfile.
El sol abrasador se hacía insoportable.
Al regreso, fue indispensable pasar por la cañada lindera.
Cualquier elemento era práctico para refrescarse
luego del intenso día.
En los espectáculos de la fiesta, no encontramos
grandes expresiones del folklore uruguayo,
salvo la presentación del Dúo Larbanois-Carrero.
El resto era más POP que tradición.
Sí conocimos a este joven payador de Paysandú, Leonardo Silva Rodriguez,
quién además de convidarnos con un delicioso asado de cordero, nos regaló unas décimas de saludo antes de su presentación en el ruedo de las domas.
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