LA PALOMA y LAGUNA DE ROCHA
La luna llena, nos recibe en la Laguna de Rocha.
Mercedes y Clarisa, se suman a nuestro viaje.
A desembalar las tablas de surf y perseguir olas rochenses.
Temprano en la mañana, los pescadores de la laguna
regresan cargados de camarones.
A cocinarlos, pelarlos y obvio.....comerlos.
Frescos, dos horas antes se enredaban en las redes.
Max y Laura, son dos alemanes que inician su viaje de un año por América Latina.
Acaban de recibirse de Ingeniero Automotriz y Economista respectivamente.
Degustando los camarones sobre el capot de la Sala de Máquinas de LA REALITA.
Un viejo Leyland transformado en enorme casa rodante luego de haber
transitado muchos años las calles montevideanas.
La luna llena, nos recibe en la Laguna de Rocha.
Mercedes y Clarisa, se suman a nuestro viaje.
A desembalar las tablas de surf y perseguir olas rochenses.
Temprano en la mañana, los pescadores de la laguna
regresan cargados de camarones.
A cocinarlos, pelarlos y obvio.....comerlos.
Frescos, dos horas antes se enredaban en las redes.
Max y Laura, son dos alemanes que inician su viaje de un año por América Latina.
Acaban de recibirse de Ingeniero Automotriz y Economista respectivamente.
Degustando los camarones sobre el capot de la Sala de Máquinas de LA REALITA.
Un viejo Leyland transformado en enorme casa rodante luego de haber
transitado muchos años las calles montevideanas.
El estacionamiento del Puerto de La Paloma, concentra
gran variedad de casas rodantes.
Entre ellas dormimos antes de partir hacia
La Aguada, La Pedrera y llegar a La Coronilla.
En el Parque de Santa Teresa, siesta luego de perseguir olas.
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